Ausstellung mit Werken von Joana Moll und Mar Canet
Joana Moll, Gerald Nestler, RYBN.ORG, Suzanne Treister, Varvara & Mar u.a.

Fatal Error #1
Am 3. April 2018 schoss die vegane Tierrechtsaktivistin und erfolgreiche Influencerin Nasim Najafi Aghdam im kalifornischen YouTube-Hauptquartier wild um sich und verletzte drei Personen, bevor sie sich selbst tötete. Sie gab vor, die Onlinevideoplattform zu hassen, weil »engstirnige neue Angestellte« ihren Kanal so filtern würden, dass ihre Popularität, Klickzahlen und Einnahmen dadurch eingebrochen seien.
Fatal Error #2
Als der junge Gründer der Kryptogeld-Börse QuadrigaCX, Gerald Cotten, im Dezember 2018 überraschend in Indien verstarb, verloren über 100.000 Nutzerinnen und Nutzer ein Vermögen von insgesamt 145 Millionen US-Dollar. Niemand außer Cotten kannte den Zugang zu seinem verschlüsselten Laptop, auf dem die eingelegten Kryptoguthaben in einer Cold Wallet gesichert sein sollten.
In beiden Fällen kollidieren digitales und analoges Leben fatal. Im ersten führte die digitale Entwertung zum selbstmörderischen Amoklauf. Im zweiten verursachte der plötzliche Tod die Implosion eines digitalen Anlageversprechens. Tragisch zeigte sich jeweils, was zunehmend zu unserem Alltag wird, die Verschmelzung von Persönlichkeitsprofilen und Geldwerten im Digitalen.
Datenindustrien
Die smarten und kostenfreien Onlinedienste aus dem Silicon Valley sind darauf programmiert, Daten zu sammeln. Aus deren Akkumulation erwächst uns ein Datenschatten, der Auskunft über unsere gelebten Interessen und geheimen Vorlieben gibt. Unser »digitaler Zwilling« prognostiziert unser zukünftiges Handeln. Big-Data-Farmen berechnen unsere Wünsche, bevor sie uns selbst bewusst werden. »Wir sind das Nutzvieh, wir werden bewirtschaftet. Google und Facebook beackern uns und extrahieren Informationen aus uns, während wir uns mit ihren funkelnden Spielzeugen beschäftigen«, stellt der Digitalaktivist Aral Balkan klar. »Den Zugang dazu vermieten sie an ihre echten Kunden« (Balkan, 2019). Der Marktwert von Influencer*innen bemisst sich anhand Tausender von Klicks, Likes und Kommentaren. Der harte neo-liberale Alltag öffentlich gelebter Ideal-Individualität macht den Burnout auf YouTube und Instagram notorisch und die Online-Meditation zum neuen Massenphänomen. »Das ist alles, was ich jemals wollte. Und warum zum Teufel bin ich so unglücklich? Es macht keinen Sinn!«, fluchte die YouTuberin ElleOfTheMills kurze Zeit nachdem sie mit ihrem Coming-Out online die Millionenmarke der Abonnements geknackt hatte und nahm sich eine Pause, offline. Während Mills bis heute erfolgreich videobloggt, ist die Online-Aktivistin Aghdam tot. Beide zeigen helle und düstere Seiten des Rollen- und Geschäftsmodells Influencerin.
Big d@t@! Big mon€y!
Fatal Error #1
El 3 de abril de 2018, la activista vegana animalista y exitosa influencer Nasim Najafi Aghdam provocó un tiroteo en la sede de YouTube en California, hiriendo a tres personas antes de suicidarse. Afirmó que odiaba la plataforma de vídeo online porque los „nuevos empleados de mente estrecha“ filtraban su canal de tal manera que su popularidad, sus clics y sus ingresos se derrumbaban.
Fatal Error #2
Cuando el joven fundador de la bolsa de criptografía QuadrigaCX, Gerald Cotten, murió inesperadamente en la India en diciembre de 2018, más de 100.000 usuarios perdieron un total de 145 millones de dólares de los EE.UU. en activos. Nadie más que Cotten conocía el acceso a su ordenador portátil encriptado, en el que los activos encriptados depositados estaban guardados en una cold wallet.
En ambos casos la vida digital y analógica colisionan fatalmente. En el primero, la devaluación digital llevó a un desenfreno suicida. En la segunda, la muerte súbita causó la implosión de una promesa de inversión digital. La fusión de los perfiles de personalidad y los valores monetarios en el mundo digital fue trágica, algo que se está convirtiendo cada vez más en parte de nuestra vida cotidiana.
Las industrias de datos
Los servicios online inteligentes y gratuitos de Silicon Valley están programados para recoger datos. De su acumulación, surge una masa de datos que proporciona información sobre nuestros intereses vividos y preferencias secretas. Nuestro „gemelo digital“ predice nuestras acciones futuras. Las grandes granjas de datos calculan nuestros deseos antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ellos. „Somos el ganado, somos criados. Google y Facebook nos están arando y extrayendo información de nosotros mientras estamos ocupados con sus juguetes brillantes“, señala la activista digital Aral Balkan. „Alquilan el acceso a ellos a sus verdaderos clientes“ (Balcanes, 2019). El valor de mercado de los y las influencers se mide por miles de clics, gustos y comentarios. La dura vida cotidiana neoliberal de la idealidad vivida públicamente hace que el agotamiento en YouTube e Instagram sea notorio y que la meditación en línea sea un nuevo fenómeno de masas. „Esto es todo lo que siempre quise. ¿Y por qué demonios soy tan infeliz? No tiene sentido“, maldijo la YouTuber ElleOfTheMills poco después de que su salida al mercado en línea alcanzara la marca del millón de suscripciones y se tomara un descanso digital. Mientras que Mills sigue haciendo video blogs con éxito hoy en día, el activista online Aghdam está muerto. Ambas muestran los lados brillantes y oscuros del papel y el modelo de negocio de la influencia.
Más información en la página web del centro de arte: