Zu Beginn des neuen Jahres zeigt die Galerie Thomas Schulte die Ausstellung BLANK von Ángela de la Cruz. In ihrer Arbeit stellt die Künstlerin die traditionelle Auffassung und die Struktur von Malerei auf den Prüfstand. Für die beiden von der Straße aus einsehbaren Räume der Galerie inszenierte de la Cruz eine nahezu monochrome Installation aus cremeweißen Objekten. Mit diesen minimalistischen Flächen und Formen formuliert die Künstlerin einen Neustart für 2021. Der Besucher kann die puristischen Werke im Kopf zur Klärung oder als Ausgangspunkt für weitere Assoziationen betrachten: “Art is very important and more important than ever to give people a sense of perspective. It is really very important. It can also be a relief from the world.”
Im Zentrum des neun Meter hohen Corner Space steht die Arbeit Transfer (Ivory), ein mit einer Stele schwer beladenes Sofa. Ergänzt wird das Objekt durch einen Stuhl, der die minimalistische wie klobige Form am Fußende stützt. Der Monolith, ausbalanciert zwischen den beiden Möbelstücken, ist wie die Objekte an den Wänden mit einem elfenbeinfarbenen Weißton bemalt. Es entsteht dadurch ein häusliches und zugleich unbehagliches Setting, das die Unterscheidung von Innen und Außen verstärkt. Eine klare Trennung von öffentlichem städtischen Leben, laut und bunt, und einem coolen, modernistischen Ensemble, das still und leise wirkt, wie ein in unterschiedliche Weißschattierungen getauchtes Wohnzimmer. Die unwirtliche Atmosphäre könnte einer Szene aus Stanley Kubricks Sci-Fi-Filmen entstammen.
Ángela de la Cruz verwendet in ihrer Arbeit die Malerei und ihre Bestandteile als skulpturales Objekt und nicht als zweidimensionales Bild. Sie konzentriert sich darauf, vorherrschende Vorstellungen von Malerei zur Diskussion zu stellen und hierfür Leinwand und Keilrahmen zu dekonstruieren. De la Cruz löst so teilweise wortwörtlich die Idee des gemalten Bildes von seinem Körper und seinen Komponenten. Überhaupt spielt das Körperhafte eine wichtige Rolle in de la Cruz‘ Werk. Ihre Objekte, dazu gehören auch gefundene Elemente, nehmen nicht selten anthropomorphe Züge oder Posen an. Dass die menschliche Figur bei de la Cruz immer der Bezugspunkt ist, wird spürbar, wenn sich die Möbelstücke, Leinwände und Aluminiumkästen scheinbar ducken, krümmen, auf dem Boden liegen oder eben auf einem Sofa sitzen.

Ángela de la Cruz: Blank
Para comenzar el nuevo año, la Galerie Thomas Schulte presenta la exposición BLANK de Ángela de la Cruz. En su trabajo, la artista pone a prueba el concepto y la estructura tradicional de la pintura. Para las dos salas de la galería, que se pueden ver desde la calle, Ángela de la Cruz ha puesto en escena una instalación casi monocromática de objetos de color blanco cremoso. Con estas superficies y formas minimalistas, la artista formula un nuevo comienzo para 2021. Los visitantes pueden ver las obras puristas en sus mentes para clarificarlas o como punto de partida para otras asociaciones: „El arte es muy importante y más importante que nunca para dar a la gente una sensación de perspectiva. Es realmente muy importante. También puede ser un alivio para el mundo.“
En el centro del espacio en esquina de nueve metros de altura se sitúa la obra Transfer (Marfil), un sofá cargado con una pesada estela. El objeto se complementa con una silla que soporta la forma minimalista y gruesa en su base. El monolito, equilibrado entre las dos piezas de mobiliario, está pintado de un tono marfil de blanco, al igual que los objetos de las paredes. Esto crea un ambiente doméstico pero incómodo que refuerza la distinción entre el interior y el exterior. Una clara separación de la vida urbana pública, ruidosa y colorida, y un fresco conjunto modernista que parece tranquilo y silencioso, como una sala de estar bañada en diferentes tonos de blanco. La atmósfera inhóspita podría haber salido de una escena de las películas de ciencia ficción de Stanley Kubrick.
El trabajo de Ángela de la Cruz utiliza la pintura como un objeto escultural en lugar de una imagen bidimensional. Se centra en poner en duda las ideas predominantes de la pintura y en deconstruir para ello el lienzo y el marco. De esta manera, De la Cruz separa parcial y literalmente la idea de la imagen pintada de su cuerpo y sus componentes. En general, lo corpóreo juega un papel importante en el trabajo de De la Cruz. Sus objetos, que también incluyen elementos encontrados, adoptan con frecuencia rasgos o poses antropomórficas. El hecho de que la figura humana es siempre el punto de referencia en la obra de de la Cruz se hace palpable cuando los muebles, lienzos y cajas de aluminio parecen agacharse, doblarse, acostarse en el suelo o sentarse en un sofá.